No me gustaba Shopify hasta que entendí que es El «Apple» de los E-commerce

Detrás de cada gran plataforma tecnológica hay una filosofía que define su esencia. Hoy quiero compartirte por qué creo firmemente que Shopify es como un equivalente de Apple en el mundo de los CMS para ecommerce. Y es que sí, ambos son polarizantes, ambos priorizan la simplicidad sobre la flexibilidad, y ambos —a pesar de mi resistencia inicial— han logrado ganarse mi respeto profesional (y es que no, no los amo 😂). En este humilde análisis te muestro una perspectiva personal, esperando que vaya más allá de las comparaciones técnicas que podés encontrar por doquier.

Creo que Shopify es como el Apple de los ecommerces por muchas razones diferentes. La primera quizás sea porque, así como con Apple, tardé muchos años en dejar de odiarlos.

Esta frase no es hiperbólica. Mi relación con ambas plataformas ha sido un viaje largo y complejo, plagado de resistencia inicial, frustración y, finalmente, la aceptación pragmática que eventualmente se transformó en cierto aprecio.

Como web master, siempre he tenido una atracción por sistemas que permiten una personalización profunda. Soy del tipo de usuaria que necesita entender cómo funcionan las cosas por dentro, que disfruta explorando cada rinconcito. Por eso WordPress y yo mantenemos una relación de besties que ha durado prácticamente toda mi vida profesional.

La filosofía de Shopify: Simplicidad como estrategia

Shopify y Apple comparten un principio clave: la simplicidad impulsa el éxito. Igual que Apple diseña dispositivos intuitivos que «simplemente funcionan», Shopify facilita el ecommerce para quienes no quieren lidiar con código. Esto lo convierte en una opción ideal para pequeñas empresas y emprendedores. Estas son las similitudes:

  • Diseño centrado en el usuario: Apple oculta la complejidad tras interfaces elegantes; Shopify ofrece herramientas de arrastrar y soltar y procesos de pago optimizados.
  • Posicionamiento premium: Ambos cobran por calidad, Apple con su hardware y Shopify con suscripciones y comisiones.
  • Control del ecosistema: El iOS de Apple y el lenguaje Liquid de Shopify crean entornos controlados que priorizan estabilidad sobre personalización.

Esta filosofía no es para todos, pero para negocios que buscan eficiencia, es un cambio radical.

Con Apple, mi resistencia inicial fue precisamente esa sensación de que todo se ve bonito y funciona, pero no podés modificar nada sustancial. La mayoría de los usuarios de Mac ni siquiera saben cómo se desinstalan correctamente los programas o cómo se borra la caché del sistema. El concepto de «desfragmentar» el disco es prácticamente desconocido en el ecosistema Apple, porque simplemente «no necesitás preocuparte por eso». Anda.

Todo esto mismo que sentí con Apple, es lo que sentí con Shopify cuando lo conocí.

Mi primer contacto con Shopify fue un auténtico baldazo de agua fría. Venía acostumbrada a WordPress, donde podía modificar prácticamente todo: los tags para SEO, las metadescripciones, hacer redirecciones y para todo lo que no pudiera tocar: plugins gratuitos. Herramientas como Elementor me permitían diseñar landing pages con libertad casi absoluta, cambiando bloques y widgets a gusto y piacere.

limitaciones técnicas: ¿Defecto o característica?

Cuando entré por primera vez a Shopify, me encontré con un mundo completamente diferente. La plataforma había decidido crear su propio lenguaje de programación llamado Liquid, añadiendo una capa más de complejidad para los web masters acostumbrados a los lenguajes web estándar.

«Aprender Liquid puede ser un reto adicional» para quienes ya dominamos lenguajes como HTML, JavaScript o PHP. Y no es solo una barrera adicional, sino que representa una inversión de tiempo en aprender un lenguaje que solo sirve dentro del ecosistema Shopify. Te especializás o no vale la pena.

Esto refleja perfectamente la filosofía de Apple también: crear sus propios estándares y lenguajes, obligando a los desarrolladores a adaptarse a su visión en lugar de seguir los estándares de la industria.

El muro de las personalizaciones

La frustración no termina ahí. En WordPress, se puede modificar prácticamente cualquier aspecto de tu sitio web con conocimientos BÁSICOS de HTML, CSS y JavaScript. En Shopify, me encontré con que muchas funciones básicas requerían aplicaciones pagas:

  • No podía cambiar fácilmente los tags para SEO
  • Las apps para gestionar title y meta description eran pagas
  • Para hacer una simple redirección, necesitas una app!

Como señalan algunos de los análisis de la plataforma: aunque Liquid permite a los usuarios modificar el aspecto de su tienda y realizar ciertas personalizaciones, presenta restricciones significativas.

modelo de negocio premium: Pagar por la simplicidad

La otra traba es a nivel comercial. Shopify cobra un porcentaje de lo que vendas y las pasarelas de pago, también.

Esta realidad comercial es otro paralelismo con Apple. Así como Apple cobra precios premium por su hardware y mantiene un ecosistema donde las aplicaciones suelen ser pagas, Shopify sigue un modelo similar en el mundo del e-commerce.

Cuando usás Shopify:

  1. Pagás una suscripción mensual por el servicio
  2. Te cobran comisiones por cada transacción (a menos que uses Shopify Payments – no tan útil en Latinoamérica)
  3. La mayoría de las aplicaciones que suman funcionalidad tienen costos adicionales
  4. Los Themes verdaderamente profesionales tienen un costo muy superior a los de WordPress (Arriba de los USD $80)

Como detalla la documentación oficial: «Los cargos por transacción externa se aplican a todas las transacciones cuando utilizas un proveedor de pago externo para recibir los pagos de tus clientes». Estos cargos varían según el plan que elijas, creando un modelo de ingresos recurrentes similar al enfoque de suscripción que Apple ha adoptado con muchos de sus servicios.

Entonces, ¿por qué Shopify? Creo que, porque así como Apple, tiene su encanto...

Esta frase resume perfectamente mi cambio de enfoque personal. Después del rechazo inicial, empecé a descubrir las ventajas reales que sí ofrece Shopify…

fortalezas ocultas de Shopify para el éxito en ecommerce

Mi cambio de opinión llegó al ver el impacto de Shopify en las conversiones. Estudios muestran que su proceso de pago supera a competidores, con marcas como Mustang Survival reportando un aumento del 172% en conversiones tras migrar desde Salesforce.

Para Grupo Thera, esto fue revelador ya que durante mucho tiempo nuestro foco estuvo en el growth de los pedidos de presupuestos. Además de que conformaba una oportunidad clave para nuestros clientes. Las ventajas de Shopify incluyen:

  • Pago optimizado: Un proceso que convierte un 36% mejor que Salesforce, según datos del sector.
  • Hosting robusto: SSL incluido, actualizaciones automáticas y tiempos de carga rápidos eliminan dolores de cabeza técnicos.
  • Gestión móvil: La app de Shopify permite manejar productos, pedidos y analíticas desde cualquier lugar, sin necesidad de programar.

Estas características hacen de Shopify una gran opción para pequeñas empresas enfocadas en crecer sin complicaciones técnicas.

El costo de la simplicidad

El modelo premium de Shopify es similar al de Apple. Pagás por pulcritud: suscripciones mensuales, comisiones por transacción (a menos que uses Shopify Payments) y apps para funciones extra como herramientas SEO.

Los temas profesionales suelen costar más de $80, frente a las opciones gratuitas o baratas de WordPress.

Para startups con presupuestos ajustados, esto puede pesar. Pero para empresas con capacidad de invertir, el beneficio es claro: menos tiempo solucionando problemas, más tiempo vendiendo.

Según la documentación de Shopify, “se aplican cargos por transacciones externas si usas un proveedor de pago externo”, un recordatorio para evaluar costos frente a conveniencia.

¿Para quién es Shopify?

Shopify no es para todos. Brilla para usuarios específicos, como Apple atrae a creativos más que a técnicos.

Es ideal para:

  • Emprendedores sin conocimientos técnicos: No necesitas programar para crear una tienda profesional.
  • Marcas enfocadas en conversiones: Su pago optimizado impulsa ventas, clave para negocios como Grupo Thera.
  • Equipos sin personal de IT: El hosting incluido y las actualizaciones automáticas liberan recursos.

No es tan adecuado para:

  • Fanáticos del control: Desarrolladores que quieren acceso total al backend se sentirán limitados.
  • Presupuestos muy reducidos: Las comisiones y apps pueden acumularse rápido.
  • Proyectos no ecommerce: Blogs, portafolios o sitios de servicios funcionan mejor en WordPress.

punto débil: El soporte

Un aspecto frustrante persiste: el soporte de Shopify.

Como el a veces distante Genius Bar de Apple, la asistencia de Shopify—basada en emails y lenta—no está a la altura de una plataforma premium.

Las apps también carecen de soporte robusto.

Sin embargo, la estabilidad de Shopify reduce la necesidad de ayuda. Los temas bien diseñados y servidores confiables minimizan problemas, un compromiso que he aceptado a regañadientes.

Por qué Shopify gana (a veces)

La psicología de Shopify aprovecha lo que Apple dominó: las personas prefieren familiaridad y facilidad. Su proceso de pago genera confianza, como la interfaz consistente de Apple. Un estudio de Shopify señala: “Inconscientemente, preferimos lo familiar”.

Para Grupo Thera, esta fiabilidad nos permite enfocarnos en estrategia—campañas, influencers, POP—y no en caídas de servidores. Shopify no es mi favorito (WordPress se lleva ese puesto), pero es un aliado confiable para proyectos que requieren pulcritud y rendimiento.

Veredicto final: ¿Es Shopify para vos?

Shopify, como Apple, cambia flexibilidad por elegancia. No se trata de ser “mejor” que WordPress o Magento, sino de encajar con tus necesidades. Si sos dueño de una pequeña empresa que quiere vender sin estrés, Shopify es tu elección. Si, como yo, amás el control, podrías dudar, pero aún así verás su valor.

Preguntate:

  • ¿Priorizás conversiones sobre personalización?
  • ¿Podés invertir en apps y tarifas por una solución lista para usar?
  • ¿Tu equipo es pequeño y necesita herramientas sin complicaciones técnicas?

Si respondes sí, probá Shopify. Me tomó años aceptarlo, pero ahora lo recomiendo con confianza para los proyectos adecuados. El camino de Shopify no es perfecto, solo efectivo.

La analogía entre Shopify y Apple va más allá de las similitudes superficiales. Ambos representan una filosofía de diseño que prioriza la experiencia del usuario común sobre la flexibilidad técnica, la estabilidad por sobre la personalización extrema, y la simplicidad sobre la complejidad. En cierta forma, también podría decirte que hoy en día entiendo cómo esto puede traducirse en cierta elegancia.

¿Significa que Shopify es la mejor opción para todos?

Así como hay usuarios que nunca abandonarán Windows o Linux por Apple, hay desarrolladores y web masters que elegirán siempre WordPress, Magento u Odoo.

Pero para aquellos que valoran poder «invertir y olvidarse», que prefieren centrarse en su negocio en lugar de en los detalles técnicos, Shopify —como Apple— ofrece una propuesta de valor que no se puede ignorar.

Y yo, que una vez fui una crítica acérrima, ahora lo recomiendo con confianza para los proyectos adecuados. Porque a veces, por limitante que parezca, es exactamente el entorno controlado que muchos negocios necesitan para florecer.

Así que al final la pregunta no es si Shopify es objetivamente mejor, sino si es mejor para TU negocio y TUS necesidades específicas. Y esa respuesta, como casi todo en tecnología, depende no de las especificaciones técnicas, sino de tus prioridades.

¿Sos del tipo que quiere control total y está dispuesto a lidiar con las complejidades técnicas? ¿o preferís una solución que «simplemente funcione» y te permita centrarte en vender? Tal vez sea hora de darle una oportunidad a Shopify… incluso si, como a mí, te tome años dejar de mirarlo de reojo.

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